L A S C I V I A
Hundida en el abrigo de mi lecho
en silencio te sueño con pasión,
mi corazón palpita insatisfecho
y me entrego lasciva a la afición.
Es allí en la penumbra de la noche
donde digo tu nombre en un susurro,
ansiando tus caricias en derroche
en mi cuerpo excitado, yo discurro.
Dibujo tu silueta vigorosa
en el tenue reflejo de la luna.
Extendiendo mis brazos anhelosa
el deseo latente mancomuna.
Las sabanas me rosan excitantes
como tu piel morena abrasadora,
sensaciones de gozo delirantes
sacuden mi quimera seductora.
Y me entrego a la dulce fantasía
de tenerte en mi lecho desolado,
de disfrutar toda tu anatomía
y extasiarme de tu cuerpo almizclado.
Me impregno de sudor y de tu aroma
si siento que tu cuerpo se estremece,
mi convencionalismo se desploma
y la lujuria oculta en mí florece.
Y recorres mi cuerpo con tu boca
suspiro y gimo ansiosa tu tortura,
este ardiente deseo se desboca
y me entrego anhelante a la aventura.
Si tus manos se posan en mi busto,
en meneo oscilante y voluptuosa
en tu deseo eréctil yo me incrusto
y gozosa cabalgo cadenciosa.
Terminará la febril fantasía
cuando en mi sueño tu y yo detonemos.
¡Oh, tórrida quimera! ¡Cruel manía!
¿Cuándo, este brioso anhelo viviremos...?
Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
Junio 24 2011
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