domingo, 19 de febrero de 2012

YO SOY...









YO SOY... II


YO SOY...



Soy la voz que repica
en la noche silente,
y en el susurro dice
que mi amor es sincero.

Soy mujer encelada
que sin mesura, ¡te ama!
Vendaval de emociones
esparcidas al viento.

Soy ese canto íntimo
en el temor de tu alma ,
el lamento que dice
que mi amor es eterno.

Soy el pensamiento
que remuerde tu consciencia...
el desvelo en el crepúsculo
que impacienta la calma.

Y también… soy un sollozo
envuelto en el silencio,
y a veces... una lágrima
que moja tu recuerdo.



Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
Febrero 19, 2012

lunes, 13 de febrero de 2012

AMIGO MÍO...




AMIGO MÍO...



No amigo... lo que hay en mi corazón...
¡No es inquina...! ¡Ni tampoco es rencor!
¡La decepción produce desazón…!
Y solo siento en mi alma, ¡un gran dolor!

La tristeza me nubla la razón,
cuando el fariseo alude al Señor
pidiendo por el mundo su perdón.
¡Devoto inocuo, vil adulador!

Y es tu alma benevolente el remanso
que diluye con amor mi aflicción,
es el centro de tu alma mi descanso.

Es donde emerge la resignación
que en nuestra confraternidad yo transo,
para otorgarle a mi alma sanación.



Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
Enero 2012


lunes, 6 de febrero de 2012

UN DÍA MÁS... II




UN DÍA MÁS... II




Cuando las sombras comienzan a diluirse y aparece débilmente
el color en las paredes de mi cuarto, suena en el silencio,
la alarma de la conciencia que anuncia un día más para vivir.

Enciendo la fogata de la esperanza que el insomnio ha extinguido
lenta y dolorosamente; para desentumecer no sólo el cuerpo,
sino también el deseo de continuar este camino escarpado,
cubierto de cristales rotos que destellan tortura y enceguecen
la razón.

¡Un día más!

Para ver pasar la indiferencia de los ojos que miran sin ver.
Porque lo que se siente, no tiene forma ni color… pero está
¡muy dentro! echando raíces día a día… haciendo surcos
dolorosos que hay que aprender aceptar, para llegar un día,
tal vez... a reír como el payaso, que ríe… aunque el alma llore,
¡Para no fastidiar a los demás!

Un día más… que agregar al cartapacio…

¡Y esa incertidumbre matutina de no saber cómo será…!
¿¡Que dolores nuevos padecerá mi carne!?

A ratos me rindo y me dejo caer sobre el lecho con el único deseo
que termine pronto la opresión y volver pronto a ser yo, otra vez.

¡El cansancio me socava las fuerzas! y me muevo con sosería,
como una vieja muñeca de trapo raída… sin brillo, sin ganas…
como un ente deambulo aturdida por el sedante, que me
brinda esa ilusión pasajera; ese oasis que hallo en medio del
desierto árido y caliente que me quema y me sofoca…

A veces, pierdo la serenidad y brota ese llanto de niño perdido
en la oscuridad,sin encontrar esa mano que me guie hacia la luz,
para emerger hacia una nueva dimensión donde la materia no
sea necesaria y pueda mi espíritu volar libre de aflicción.

Ruego para que se derrame pronto el azul que aquiete mis
energías, para que retorne el equilibrio, la tranquilidad,
el renacimiento de nuevas esperanzas… el azul que teñirá con
sus matices el diáfano cielo que alumbra la existencia, para que
amaine la actividad fisiológica y se apodere de mí el sueño;
ese sueño profundo y reparador, que me preparará para el mañana...

¡Ese mañana que he de vivir…!

¡Un día más!



Irene Vergara
2011