domingo, 28 de agosto de 2011

SUEÑOS DE NIÑA




SUEÑOS DE NIÑA



Soñaba la niña con ser una princesa,
su corazón inocente se estremecía
cada vez que el piano le regalaba alguna melodía.

Soñaba que duendes y hadas la acompañaban
por los caminos de un bosque encantado
almizclado de exquisitas fragancias
bajo un maravilloso cielo arrebolado.

Soñaba que un gran palacio encontraría
en medio de un hermoso jardín florecido
reflejado en las quietas aguas de un lago cristalino.

Hollando en puntillas una a una las hojas
con sus brazos extendidos cual mariposa
danzaba entre setos y árboles de troncos añosos
y girando como un torbellino, ¡reía feliz!

Soñaba que un príncipe gallardo la hallaría
que al mirar sus ojos reflejara que la amaba;
que pudiera ver en los de ella la pureza de su alma;
la ternura y mansedumbre de su joven espíritu.
¡Un noble sincero a quien entregarle su corazón!

Y soñando, muchas veces florecieron los cerezos
esbozando en su mente aquella fantasía,
de vez en cuando se ata sus viejas zapatillas
y danza al son de alguna grácil melodía.

Una lluvia de hojas ambarinas caen a su paso,
crujientes alfombran el bosque de sus sueños,
los abedules duermen en un eterno ocaso
Otros … tristemente yacen como leños.

Soñaba que allí encontraría la felicidad
lejos de odios y rencores, de envidias y desamores.
En su vida, hoy sólo reinan los recuerdos
y pinta sobre un blanco lienzo, sus sueños de colores.




Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
Agosto 2011
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LA CONCEPCIÓN









En el vientre materno germina la semilla,
una esperanza nueva en las entrañas emerge,
la unión del sentimiento reciproco converge
en un lazo perpetuo, ¡Un nuevo lucero brilla!




Génesis de la vida, ¡Es el milagro divino!
La barriga palpita proclamando progreso,
la fortuna del alma con el orgullo impreso
en su rostro sonriente emprende el dulce camino.




Los días pasan eternos, la incertidumbre impera,
acallando los miedos del temor comprensible
al Señor le rezamos en un ruego infinito.




Las cuarenta semanas que durará la espera
para abrazar el sueño, el sentimiento tangible
del amor hecho carne, ¡En el milagro bendito!




Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
Junio 2011


La Plaza de la Abundancia






LA PLAZA DE LA ABUNDANCIA




Rompe el día en la plaza de la abundancia
y se va llenando poco a poco de algarabía,
¡Es el griterío que despierta al adormilado!
Voces que van llenando el cuerpo de energía.

En algún recoveco, las cenizas calientes todavía
denuncian el hospedaje de los miserables,
de los marginados que hacen de ella su hogar
y llenan sus estómagos y sus vidas vacías.

Humean tiritonas las teteras al fogón
y el vaho se eleva como esperanza al cielo,
una mezcla de sabrosas aromas se impregnan
y condimentan el aire que despierta la apetencia.

Surgen los colores de los frutos y hortalizas
como firmes pinceladas de un maestro…
ese Maestro Celestial que nos concede el fruto
en esta tierra bendita que se labra con esmero.

Es la casa donde el pueblo busca su sustento.
Unos, lo necesario para vivir, otros… para subsistir.
En sus patios se mezclan patrones y empleados
unos más… otros menos, pero con el mismo fin.

Es como una madre… que a todos sus hijos da,
es garantía de necesidad del hombre y animal
cuando ya no se les quiere más.
¡Es donde sobra generosidad para dar caridad!

La mercancía se pregona con espontánea alegría,
esa alegría que se extingue cuando la tarde muere
con el cansancio a cuestas de la labor cumplida.

Y así ...
también vuelve el miserable a su cobijo,
con la única esperanza que abriga en su alma
¡Que haya mañana... un nuevo día por vivir!
 

VEGA CENTRAL
Santiago- Chile



Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
25 de julio 2011



Siempre le amaré



 
SIEMPRE LE AMARÉ



Yo le amaré en lo profundo de mi alma,
aún en el silencio de su palabra,
que enmudecida y tenaz, me hurta calma
y solo la nostalgia en mi alma labra.

Le amaré entre mis sueños cada día,
en mi lecho sombrío y deslucido,
su recuerdo será la compañía
perdido entre la bruma de su olvido.

Seguiré la huella de su paso quedo
donde pueda encontrar aquella esencia,
mágica y generosa del triste aedo,
impregnada en el bosque de la ausencia.

Le buscaré escondida en la prudencia
tras la sombra de la tristeza mía,
que por su empecinada indiferencia
no logró concebir que le quería.

Guardo cada minuto compartido
con amor, complacencia y emoción,
este bello sentimiento escondido
es fuente fecunda de inspiración.

Tendré en el alma el sueño arrebolado
prendido aquí en mi pecho con fervor,
como un dulce secreto atesorado
para escribir los versos de este amor.

Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
Julio 2011


viernes, 5 de agosto de 2011

SÓLO TÚ





SÓLO TÚ



Sólo tú has convertido mi existencia en ventura
con rosas perfumadas de encendido color,
¡Le das vida a mi vida, la llenas de hermosura!
¡Sólo tú mi dulce bien, me has dado tanto amor!

Comprendes mis silencios, mi mal, mi desventura.
Con paciencia infinita das a mi alma vigor,
la fuerza necesaria que esfuma la negrura
de mi alma quejumbrosa, con besos de dulzor.

Tus besos y las rosas han sido la mixtura
que alivia mi pesar y apacigua mi temor,
dibujas mil caricias en mi frágil figura
con pigmentos de pasión ¡Como el mejor pintor!

Sólo mi bien amado mi bienestar procura,
me cubre con un manto de mil pétalos de flor
y en un cálido abrazo me lleva a la aventura
de darnos uno al otro tan generoso amor.

Cada día una rosa de muy suave textura…
una rosa escarlata de deleitoso olor
y son tus tibias manos corola de tersura,
como tu piel morena y tu pecho protector.

Con toda complacencia te dejo en mi escritura
este amor derramado como hace un trovador,
con tintura indeleble lo expreso con ternura
¡El bien que tú me has dado, te agradezco mi amor!

Conservo cada rosa traída con finura
en un cofre de plata labrado con fervor,
los pétalos granate serán toda envoltura
de mi alma desprendida en ascenso hacia el Señor.



Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
5 de Agosto 2011
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