Obsequios



Un Poema Para Irene

Levitando por altas esferas galácticas,
mezclados de azules, brillantes cuásares...
Navegamos la noche escuálida,
por la que se desliza la estrella del norte.

Colgadas de un cuarto creciente
a lomo de luna, vamos, ¡mi amiga y yo!
despejando nubes;
abriendo constelaciones de plata
tales luciérnagas taciturnas,
extraviadas en horizontes lunáticos.

Sorteando mares de asombro
y despeinándonos con las puntas de las estrellas...
las que alegres y risueñas, ¡Picarescas!
corren a esconderse por los agujeros negros,
en los que se pierden los asteroides locos.
La luz de una nueva dimensión, ciega la vista.
Son otros mares y otros cielos de fantasía,
los que a nuestra fe, concitan...

Mas, la enorme soledad inaudible
de aquellas esferas celestes,
marcan un tiempo de retorno para estos tímpanos
llenos del bullicio banal, de los espíritus impuros
¡Y clamamos por regresar!
A un nuevo y diásporo amanecer terrenal.

¡Ya todo se prepara para el viaje!
¡Ningún acontecimiento habrá callado el suspenso!
Todo ya marchito.
Todo es recuerdo de un tiempo que fuera otro;
de una dimensión desconocida;
de un ayer que quedó trunco;
de una ilusión... perdida, sin nombre,
presa de tejidos pretéritos
en amaneceres y ocasos traviesos,
que rasgaran el frontispicio de un día,
para terminar en las azoteas de la noche,
¡Con un pie en la tierra y otro en el abismo!

¡Oh, sueños, benditos sean!

AUTORA
Filomena Marturano
Derechos reservados@Copyright



Para Irene

Vai, vedrai bambina vai
che la malattia ormai,
ti rilascerá tu vedrai
ed un altra vita avrai.

Con il tuo cuore bambina
ti risvegli alla mattina
con la fede se divina
subito cosi vicina.

E l´anima benedetta
e comunque giá costretta
a ferir la maledetta
malattia che ti dispetta.

follia, io voglio morire
ma il core mi fa vivere

___0___

Vas, mirando mujer, irás,
ahora que la enfermedad
te dejará con tu libertad,
y una nueva paz obtendrás.

Con el corazón de una niña
te despiertas y te enamoras,
con la paleta que atesoras
pintas poemas de campiña.

Y tu alma pura bendecida
a zaherirla nos incita.
La plena curación bendita
celebrando ella nos invita

¡Locura mírala partir!
Cordura, es gana de vivir...


Marta Marques
Dedicado a mi amiga
Irene Vergara
10 de Enero 2010


Dedicado a “IRENE”
Un ser luminoso que me ha dado la mejor bienvenida
GRACIAS!!!!



Acunas en tus manos
estrellas de bondad
Estás en esta vida
cantando una plegaria solidaria
vibrando con los soles
que inventas cada día

Eres luz
construida por tus cielos
hospitalarios andenes de conciertos
Esos que puedes concebir
con tu alma encendida
transportando en tu vuelo
multitudes de estrellas

Y tu mano extendida
tiene aroma a ternura
a paloma sagrada
que se eleva ambiciosa
iniciando mil viajes amistosos

Despliegas cada día
tus palmas impolutas
que ofrecen cada instante
esencia de ternura
dejando en esta siembra
el sello de tu esencia
convertida en milagro de alegría


AUTOR
BEATRIZ OJEDA






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Se que no siento el dolor que tu sientes,
se que no estoy adentro en tu organismo,
¡Se que tu sufres dolores inclementes!
También yo se ¡Que no siento lo mismo!

¡Hoy pido a DIOS! Que cure el malestar,
con el cual transitas estos días,
¡Le pido a DIOS ! ¡Trasmita en mi ese mal!
Y solo a ti... Trasmita de alegrías.

¡Que en el mañana despiertes muy feliz!
¡Que nada marque con taches tu tristeza!
que tu ceño extermine el color gris,
¡Que ni siquiera te duela la cabeza!

¡No importa si yo me pongo enfermo!
¡Solo me importa que mejores vida mía!
¡No importa si como, si no duermo!
El compartir dolor... ¡¡también es alegría!!

Te quiero sonriente con la luna,
que las estrellas te bañen dulce amor,
besar tus ojos pintados de aceituna,
y con la luna se marche tu dolor.


Todos los derechos reservados por el autor:
Mario Alberto Matuz Negrete.
1o.-10-2010









Dedicado a Irene


Quien con bello fervor al corazón agrada
presiente que es querido, y luego se enamora.
Es la amistad que enciende la mágica escritora
repleta de ilusión, y poesía soñada.

Y cuando se revela la verdad apreciada
lo que parece cierto, se tiñe con aurora.
Y por sí misma vive la realidad candora
del verso encantado, la rima deseada.

Es allí donde digo, -¡Sin tu amistad la muerte!
a aquella que gentil me acoge con dulzura
y cuando me comprende, -¡Afortunada suerte!

Poco a poco mi vida, contigo se madura
con mirtos y laureles, -¡Más no podré quererte!
Porqué contigo amiga, -¡Hasta la sepultura!

Marta Marques