jueves, 29 de septiembre de 2011

VICTORIA




OSCURIDADES IV



VICTORIA

¡Cómo duele ver que tu luz se extingue lenta e inexorable…!

¡Como duele ver que el vigor de la juventud plena,
apresura su paso al ocaso; en ese camino escarpado,
tapizado de espinas, que la vida ¡mezquina! te ofrece
al invierno perpetuo,como lenta agonía.

¿Por qué…habiendo en el mundo tanto desdichado
deambulando por los callejones de la miseria,
con sus tristezas colgando; arrastrando sus amarguras,
como único equipaje en este viaje de vivir,
la mano cruel del destino se posa en ti…mariposa en vuelo?

Con que morboso afán destruye la belleza de la flor
que se cultiva con afán… con amor…
con la esperanza de un mañana fecundo.
¡Un mañana, ahora sentenciado!

¡¡Nódulo fratricida enraizado en los laberintos de la mente… !!
Que se escurre como veneno lento y doloroso
por el torrente de la vida…

¡Como duele ver caer tus hojas resecas!
ajadas por el procedimiento que oneroso te concede esperanza…
¡Una mínima esperanza!
¡Pero esperanza al fin!
Como una luz que débil titila al final del camino.

Impotente ante tal adversidad, flaquean mis fuerzas…
y me hundo en la desesperación,
¡Mi cuerpo tensionado duele más…!
y floto sobre las aguas del dolor de la carne y el alma,
apesadumbrada… entristecida.

Sin embargo, saber que mi presencia mitiga tal sufrimiento,
me levanta, me anima y me saca de este letargo indeseado,
para humedecer tus pétalos que con premura se marchitan.

¿Por qué?

¡Por qué!

VICTORIA

¡Qué ironía resulta hoy tu nombre! elegido por el significado
que representa la palabra, hoy el cruel destino te derrota…

¡Hasta la fe te abandona en este combate desigual!

Y la vida se apaga...

¿¡POR QUÉ…!?



Irene
12 de Septiembre 2011
Dedicado a Vicky
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domingo, 25 de septiembre de 2011

¿Si te he querido...?



¿ SI TE HE QUERIDO?


¿Que si te he querido?

¡Todo el mundo ya lo sabe…!
Como lo sabe la aurora
que me sorprende despierta
con la mirada perdida
en el cielo que me ampara.

¡Lo saben mis muros!
Que escurren tristeza
de mi llanto silente
y que acallan mis gritos
cuando en sueños te llamo.

¿Que si te he querido?

¡Ya todos lo saben!
Como lo sabe la tarde
que se ahoga en la noche,
como los sollozos
que ahoga mi almohada.

¡Lo sabe la luna
que aluza mi cuarto
con sus rayos de plata!
y alumbra tu imagen
esbozada en la sombra
de mi delirio nocturno.

¿Que si te he querido?

¡Pregúntale al viento,
a la mañana ,al sol naciente!
¡Pregúntale a la luna y las estrellas!
¡Porque todos ya lo saben!
Sólo tu corazón huraño no comprende…
que como yo, ¡Nadie te ha querido!



Irene Vergara
Derechos de Autor


domingo, 4 de septiembre de 2011

LASCIVIA




L A S C I V I A



Hundida en el abrigo de mi lecho
en silencio te sueño con pasión,
mi corazón palpita insatisfecho
y me entrego lasciva a la afición.

Es allí en la penumbra de la noche
donde digo tu nombre en un susurro,
ansiando tus caricias en derroche
en mi cuerpo excitado, yo discurro.

Dibujo tu silueta vigorosa
en el tenue reflejo de la luna.
Extendiendo mis brazos anhelosa
el deseo latente mancomuna.

Las sabanas me rosan excitantes
como tu piel morena abrasadora,
sensaciones de gozo delirantes
sacuden mi quimera seductora.

Y me entrego a la dulce fantasía
de tenerte en mi lecho desolado,
de disfrutar toda tu anatomía
y extasiarme de tu cuerpo almizclado.

Me impregno de sudor y de tu aroma
si siento que tu cuerpo se estremece,
mi convencionalismo se desploma
y la lujuria oculta en mí florece.

Y recorres mi cuerpo con tu boca
suspiro y gimo ansiosa tu tortura,
este ardiente deseo se desboca
y me entrego anhelante a la aventura.

Si tus manos se posan en mi busto,
en meneo oscilante y voluptuosa
en tu deseo eréctil yo me incrusto
y gozosa cabalgo cadenciosa.

Terminará la febril fantasía
cuando en mi sueño tu y yo detonemos.
¡Oh, tórrida quimera! ¡Cruel manía!
¿Cuándo, este brioso anhelo viviremos...?



Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
Junio 24 2011


¡SIN TI, MUERO!



 
 
¡SIN TI, MUERO!



Muero cuando tu ausencia constante me sofoca
y el silencio aguzado se incrusta como daga,
se me quebranta el alma si tu voz no me evoca
y siento que la vida de a poco se me apaga.


Muero cuando en la noche la luna ya no brilla
y tu imprecisa imagen se disipa como humo,
de pronto la nostalgia es tediosa pesadilla
mientras en la tristeza profunda me consumo.


Muero día a día con la mirada perdida
en el largo camino que , ¡nunca será mío!
¡En las huellas que jamás el corazón olvida!
Sólo el recuerdo vive en este espacio vacío.


Muero cuando aparece reluciente la aurora,
la escarcha cubre el lecho al saber que partirás.
El tiempo se eterniza e implacable me devora
y mi vida se extingue, ¡cada vez que tú te vas!



Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
Agosto 2011


 
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