domingo, 31 de julio de 2011

*E R E S*




E R E S



Eres sol que se filtra en mi ventana,
la luz que difumina mi penumbra,
la sonrisa cálida que me alumbra.
¡Diluyes por completo mi desgana!

El pigmento que pinta mis mañanas
el matiz de ternura que relumbra
la soledad inmensa que me herrumbra.
¡Benigno, mis tristezas alivianas!

Eres la fortaleza persistente,
un oasis de quietud en mi camino
y en esta vida vana mi aliciente.

En mi triste existencia, lo divino,
en el cielo un lucero refulgente
que alumbra con ternura mi destino.



Irene del Carmen Vergara
Derechos de Autor
28 de julio 2011

sábado, 30 de julio de 2011

RECUERDO DE ENSUEÑO


Dedicado a  Anyela Garrido  y Filomena Marturano


 
 
RECUERDO DE ENSUEÑO
 
He abierto las  puertas del  viejo teatro del recuerdo,
 y sentada en una  roja y empolvada butaca de terciopelo
 respiro aromas de antaño…con los ojos cerrados, siento
el murmullo de la sala que repleta, expectante espera.
 
¡Aguardo ansiosa… vuestra llegada!
Y anhelante espero que traigas la cajita de música,
esa que tiene tu nombre grabado con letras de oro,
¡Esa que guardas cual reliquia entre tus tesoros!

¡Ven, encendamos las luces!
Que ya llega la ragazza vestida de tul para bailar en la punta de sus pies, entre luces de mil colores que alumbrarán su
fantasía de volar como un pájaro libre, sobre el cielo añil.

Atemos las cintas de las zapatillas, como los lazos de esta
amistad que nace en la pasión de un sueño de papel.
Abramos el libro de nuestros sentimientos y emociones a
través de la plasticidad, entregando el amor
en cuerpo, mente y corazón.

¿Sienten como vibra en el pecho la música…?

¿Y… como paulatinamente desentumece el cuerpo?

Seamos en este sueño 3 gacelas saltando entre los matices
de luces, que juegan al compás de la melodía, haciendo volar
nuestras almas prisioneras en la hermosa libertad de soñar.

¡Pareces un ángel en tu traje de plumas blancas! Que caen
como una suave lluvia, mientras en puntillas das tus pasos
sobre el lago que orgulloso, refleja los rayos de la luna.

¡Y tu mi dulce niña…!
Pareces un hada envuelta en traje de estrellas
con tus zapatillas de plata, tu cabello parece encenderse en cada
pirueta que das,con esa fuerza que llevas dentro como vendaval ,
pero que acaricia como  céfiro primaveral.

Lentamente mi traje va cayendo en pedazos, como hojas de otoño
sobre el estanque azul… y me sumerjo en sus aguas purificando
mi cuerpo, y emerjo luego en el reflejo de la luna,
reverdeciendo mis sueños de niña junto a los suyos.

He encendido el farol de la góndola que se desliza argéntea,
para alumbrar los recovecos oscuros del alma y alumbrar la senda
que nos llevará hacia un reino de amor y paz,
¡Donde sólo se conozca la felicidad!

¡Que nunca muera este sueño!
Para revivir mil veces la fantasía de ser princesa de un
bosque encantado, ¡de tantos y tantos cuentos de amor!
Donde encontremos la mano generosa de un príncipe gallardo
y gentil. Y transformarnos en los más preciosos Cisnes Palaciegos
y ser en ese momento... tan sólo por un instante...
¡Muy , pero muy feliz!


Irene Vergara
30 de julio 2011