jueves, 25 de febrero de 2010

EMINENCIA (Dedicado)

A MARTA MARQUES



EMINENCIA




Pensarte es sentir aroma de lirio
que sutil me levanta hacia la altura
libre y emancipada de atadura,
con el mirar profundo del delirio.

Sin reparos me entrego a la aventura
de peregrinar como mariposa,
ida sobre las letras de tu prosa
impregnándome el alma de finura.

Con la sencillez del alma asombrosa,
prudente y afectuosa, dulcemente
te aposentas silenciosa en mi mente.
Tu cultura traspasas prestigiosa,
con encanto exquisito claramente
atas lazos afines compartidos;
fines que imaginaba ya perdidos
los has desenterrado ciertamente
del recóndito exilio recogidos
¡Te agradezco, poetisa eminente!


Irene Vergara
Derecho de autor

2010

SIEMBRA Y COSECHA



Siembra y Cosecha


Con cuanto esmero el labrador ara para depositar en esa tierra
húmeda y fértil, las semillas que con afán cuidará, para recibir
la dádiva divina del fruto bendito que lo ha de sustentar.
En vigilia permanente para que los roedores no jamen sus
esperanzas, rogando al cielo para que detenga la lluvia y no
arrase sus anhelos… así, con ese mismo esmero fui dando
a mi paso por la vida, ¡mucho amor…!
Abriendo caminos intransitables, escarpados y con la
certeza que jamás volvería, dí lo mejor de mí… lo mejor que podía
entregar. Con esa alegría que invade y agiganta el alma, al ver
sonrisas complacientes… sonrisas felices con la mirada iluminada.

¡Cuántos se dan por entero!
En la espera impaciente de obtener una buena cosecha…
y en vez de abrazar el fruto se quedan con las manos vacías.
¡¡¡Vacías de todo!!!
Sin vestigios siquiera de lo que pudo ser… las manos enlodadas,
frías…hielo deshecho en su calidez. Hielo que sube como un
torrente de sensaciones álgidas ; de impotencia,desencanto…
decepción,tristeza que baña y empaña la alegría de dar.

Mas, nunca falta esa mano tendida, que te levanta el alma; mano
bondadosa que llega sin esperarla, sin siquiera imaginarla.
Y llena las tuyas, sin decir nada. Te brinda calor para
desentumecer tus manos y poder estrechar esa mano solidaria.

¿¡Cómo olvidar, me pregunto, ese gesto tan lleno de nobleza!?
A Dios gracias hay recompensas, que dan a nuestro corazón ese
equilibrio necesario para no desfallecer, y para seguir sembrando
por la vida semillas de amor, dulzura, y esperanzas.
¡Sueños que a veces, con tan poco, podemos hacer realidad!

Y siempre habrá un mañana, un nuevo sol alumbrará la tierra
y volverán a germinar “otras” semillas… con nuevas esperanzas...
y todo comienza de la nada otra vez… se vuelve a creer, a confiar,
a ver brotes nuevos que se empinan firmes, asegurando quizás…
¡Una cosecha mejor!

Y vuelve la tierra a ofrecer su vientre generoso para volver
a sembrar… así yo, vuelvo a dar, a sentir que se engrandece
mi espíritu, que me llena de paz y tranquilidad el corazón.

Aprendí que no todo lo que se siembra se cosecha bien…

¡Pero hay que volver a sembrar!

¡Siempre… siempre una vez más!


Irene Vergara
2010


PARAISO TERRENAL








Paraíso Terrenal


Caminando por el angosto sendero que se abre bondadoso, hacia el
corazón de la floresta, voy dejando atrás el camino empedrado de
miserias, las pendientes grisáceas de asfalto sucio, las luces que
encandilan el alma de ambiciones pragmáticas, el mundanal ruido
que corroe la sensibilidad auditiva, disgregándola de la natura
propia.

Paso a paso voy sacándome los muros que coartan mi libertad,voy
desollando la conciencia urbana, tan llena de rostros flemáticos;
que lanzan sonrisas insípidas… miradas displicentes.
¡Barreras del alma!

¡Liberación del espíritu es lo que busco!

Ligera como una gacela voy saltando sobre la alfombra de hojas
caídas, presta al canto de los pájaros que revolotean sobre mí,
quizá felices de que esté allí. ¡Innato canto paradisiaco!
¡Ah…!
Respiro aromas de frescuras múltiples, espinos de hojas aserradas
y flores blancas como la nieve; que resplandecen al ser tocadas
por los rayos de sol que se filtran entre el follaje.

Empinados eucaliptos de hojas plateadas se mecen con la brisa
clandestina, que baila entre los árboles, dejando esa aroma que
penetra y oxigena, que dilata los pulmones y sacude el polvo del
encierro.
Dejo mis lentes, mis ojos milagrosamente no los necesitan, la nitidez
del paisaje me alucina…

Abetos de majestuosa elegancia y exquisito perfume que regalan,
a mi paso, gustosos. Aromos franceses de follaje perenne, adornados
de racimos amarillos divinamente sostenidos.
¡Cuanta belleza se puede respirar en un momento!
Helechos que adornan las bases de los troncos, descansan y se
extienden sobre la tierra; aforrándose con ahínco.
¡Cuanta maravilla!
La gama infinita de verdes y amarillos, los colores de las flores
como arco iris absorbido en sus pétalos; lucen orgullosas, cada
una en su propia esencia y fragancia. ¡Oh! Festín de naturaleza…
rosales que abrazan, jacintos presumidos de elegancia pigmentada,
malvas que se levantan soberbias entre el matorral, amapolas,
alfalfa reverdeciente, lavandas, margaritas…magnolios que se
doblan formando verdaderas esculturas de ramas emergiendo
hacia la luz; Abedules, Castaños, Pinos… y más. ¡Santo Dios!

Urgencia sentía de ubicarme dentro del contexto de la creación.
¡Cuánta falta me hacías!

¡Oh! ¡Prodigio de la madre tierra…
¡Bendita seas!



Irene Vergara
Derecho de Autor

2010

EL REFUGIO



EL REFUGIO



En aquellas colinas generosas que acunan
gloriosa la llanura, nuestro dogma acrisolan
con agua del remanso en silencio venerable,
entre los abedules bajo un cielo estrellado
a la sombra del arce, nuestro refugio amado,
Cofre de mil secretos, ¡Oasis inolvidable!

Ahí nuestro amor es libre, las cadenas se rompen;
se abandonan los miedos, las culpas desvanecen.
Solo existimos tú y yo en el espacio divino
de prados florecientes y aroma de violetas,
una mujer y un hombre se besan sin caretas
de compromiso eterno, bajo el cielo azulino.

Amor purificado con aguas cristalinas,
fontana de pasiones que bajan danzarinas
nos moja de codicias, que el alma desosiegan,
y así nos entregamos en un hermoso rito
de amarnos sin medida, en el acto más bendito.
¡Delirios que se calman, afanes que consuman!



Irene Vergara
Derechos de Autor
2010
by Nené

SIN TI...

SIN TI...



Cuando la luz de la luna cae por los muros de mi soledad
y baña tu recuerdo, ahonda la melancolía que tu partida deja.
Como una herida que no cierra… duele y se abre como una
llaga perpetua.

Sin embargo, sobrevivo para esperarte, con la esperanza viva de volver a verte, de amarte y entregarte este amor que tan celosamente he guardado para ti.

Y para aminorar la pena de no tenerte… ¡Sueño!
Sueño despierta para imaginar las horas, los días y las noches…
¡Los años que nos quedan por vivir...!

¡Si aquí estuvieras…!

Me dormiría en el susurro de un te amo, asida a ti como único refugio de mi alma, para que descanse en la quietud de lo que me inspiran tus brazos y que tu respirar sea el arrullo que me  lleve al letargo. Al sueño reparador, tranquilo, ahuyentando de mi triste albergue los fantasmas tremebundos que me acechan.

Quisiera que tu voz se una al canto de las aves que despiertan  al nuevo día… que al abrir los ojos digas mi nombre con esa ternura que suaviza mis enojos y calma mi ansiedad, con esa  dulzura que diluye la amargura de tanta soledad.

Que tu presencia aminorara el vacío que dejaron los que
partieron a ese viaje sin retorno… y que evoco cada noche
como compañía, sin dejarlos descansar.

Me miraría en tus ojos… porque en ellos vuelvo a ser la niña que un día te amó con ese sentir cándido de la primera vez.
Es en ellos donde encuentro magnanimidad, la misericordia
que redime mis errores. Sedativo de la culpa de un Adiós sin razones.

Caminaría, tomada de tu mano, sobre la fragancia de los
nardos que envuelven mis sueños de mujer en plenitud;
alfombra de sentimientos blancos que florecen día a día,
para resarcir la pena que un día te causé.

Si amarte y no tenerte es mi condena...
con complacencia yo la asumo,
Porque contigo, mi Dulce Bien, conocí el amor.
Pues no hay nada peor en esta vida, que no saber lo que es AMAR.


Irene Vergara
Derechos de Autor

2010

viernes, 19 de febrero de 2010

BENIGNO AMOR



BENIGNO AMOR


Te amo en la fragancia etérea de las flores
en el fulgor de los colores que brotan sublimes
en la brisa que me roza cuando tú no estas,
en cada suspiro que mi alma enamorada tiene.

Te amo con la nostalgia del tiempo perdido
con el apacible sentir reposado de mis años,
en cada instante que inconsciente digo tu nombre,
en cada pensamiento en el que tú surges.

Te amo en el vacío de tu ausencia ineludible
y en el aroma dulce que en mi lecho dejas,
en la distancia que mi amor por ti mitiga
en la espera impaciente de volver a verte.

Te amo con esa alegría que no conocía,
con la sonrisa que se dibuja en tus ojos
perdida en lo profundo de tu mirar sereno.
¡Allí donde se encuentran tu alma y la mía!

Te amo en la nostalgia de nuestras primaveras
en la melancolía de los inviernos fríos sin ti,
en la luna reflejada en tus cabellos de plata
en las líneas que el tiempo dibujó en tu rostro.

Te amo con el respeto que el amor merece
con la generosidad enaltecida de saberte ajeno,
en la sombra del silencio donde no existo,
y en tu silencio donde habito y me encuentro.

Te amo en la pobreza, en la tristeza insondable
de no tenerte en mi vida como quisiera,
en la riqueza del alma y la infinita felicidad
de saber que tù me amas, como yo a ti.

Y te amaré mucho más, más allá de mi existencia…
La certeza de vida después de la muerte
resarcirá esta agonía de mi alma quebrantada.
Y en la resurrección Amor, volveré amarte otra vez.


Irene Vergara
Derechos de Autor
2010