¡VEN!
El sol se ha perdido en el horizonte,
un manto de sombras reviste el día
y la luna que emerge sobre el monte,
con luz de plata, baña el alma mía.
Ejerce en mí una enigmática influencia
y acrecienta mi libido escondido.
¡Ilumíname con tu refulgencia
cuando la noche tibia haya caído!
Cuando la luna suba mi marea
¡Ven! ¡Atrévete a remontar mis olas!
Atrévete a vivir esta odisea,
y haz que explote como las fumarolas.
Descubre ahora, el secreto de la luna,
y yo... ¡ Yo te amaré como ninguna!
Irene del Carmen Vergara
2012 |
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