SANACIÓN
Otra noche más en el silencio de tu ausencia
bajo el oscuro manto cubierto de estrellas,
rutilantes y lejanas, tan solitarias como yo;
perdidas en el espacio que ahonda mi pesar
como la distancia que me separa de ti.
Con esplendor la luna me inunda el alma
un gran desconsuelo se apodera de mi…
y elevo un deseo hacia la estrella fugaz
que surca intempestiva el infinito azur
¡Como una plegaria de fe y esperanza!
¡Que ascienda tu espíritu como una luz!
Que desvanezca la distancia y el tiempo
y descienda sobre mí, tu amor con frenesí.
Y por un instante, sentir la tersura de tu piel
para que suavice mis tristezas y pesares.
Sentir el rose de tus labios en mi frente
como un rito sacro de sumisión y protección,
para que encuentre en tus brazos el amparo
y en tu pecho el abrigo que mi alma anhela
para siempre en esta vida, pero junto a ti.
Cerraré mis ojos para sentir tu presencia
en un sutil beso que exprese la ternura,
la dulzura que emana de tu alma benévola
como un caudal de blancos sentimientos
que penetren mi carne, para volver a surgir.
Que tu boca estimule en la mía el antídoto
que me libere de la tortura que padezco,
que libere el optimismo, alegría y plenitud.
¡Desencadena en mi esa tormenta biológica
como cura inmediata de mi alma y mi cuerpo.
Por todo el tiempo que perdimos sin hallarnos,
llena mis vacios, mis silencios y mis noches,
¡Como las estrellas en el cielo, con tus besos!
¡Bésame! ¡Bésame mucho! ¡Bésame por siempre!
Porque tus besos Amor… ¡Serán mi sanación!
Irene Vergara
Derechos de Autor
Febrero 10, 2011 |
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