GERMINAME
Ven a refugiarte en estas tierras
de tanto campo abandonado,
praderas solitarias sin cultivo,
perdidas en la hondura del silencio.
Siembra tus semillas angiospermas
en lo profundo del claustro materno
y florezcan estos campos inermes
con el ímpetu de tu pasión.
Necesito tu calor paradisiaco
para que germine este espacio baldío
y con la sabia de lujuria que poseo,
hacerte mío y multiplicar el sembradío.
Toma las montañas con tus manos
y liba los botones en flor,
deslízalas hacia las doradas colinas
y encuentra el manantial.
El manantial de mis lúbricos deseos
donde beberás
fuente inagotable de placer.
Todo, todo ¡Es tuyo amor!
Irene Vergara
Derechos de Autor
Agosto 2009
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